sábado, 15 de octubre de 2011

Varamiento de Stenella coeruleoalba, crónica de una muerte anunciada


Delfín listado (Stenella coeruleoalba, Striped Dolphin)
Foto:


Traumatismo severo, ese fue el resultado de la causa de muerte que arrojo la necropsia practicada en un ejemplar de Delfín Listado (Stenella coeruleoalba, Striped Dolphin) que apareció el pasado 11 de octubre de 2011 en la playa La Zunganera (13° 24' LN y 89° 07' LO), departamento de La Paz, en el pacífico de El Salvador. Al parecer el delfín fue golpeado muy fuertemente de tal manera que uno de sus pulmones presentaba inflamación y muerte de tejido, con un fuerte sangramiento interno, además de lesiones en otros órganos, aletas y en el cuerpo. Presentaba ademas muchos gases en los intestinos, evidencia que pasó varios días sin alimento. Probablemente por las lesiones sufridas perdió capacidad para alimentarse y fue llevado por el oleaje hasta encallar en la playa en donde se inicia esta historia....

Personas de la comunidad costera de La Zunganera, ayudan en el auxilio al Delfín Listado
Foto: Néstor Herrera

A las 12 del medio día, Fernando Monjaraz, viverista del corral de tortugas marinas en playa La Zunganera le avisó a Celina Dueñas sobre el aparecimiento del Delfín. Nosotros estábamos en una reunión con la Red de Organizaciones que trabajan con Tortugas Marinas. Los representantes de la Red tenían varios puntos a tratar y desde las nueve de la mañana nos encontramos atendiendo a este grupo, como parte de mi labores como Gerente de Ecosistemas del MARN. Pese a la emergencia decidí que debíamos finalizar la reunión, solo que no esperaba que se alargara tanto, nos retiramos a la 1:30 pm. Pase por mi casa para cambiarme ropas y por mi chaqueta contra la lluvia. Desde temprano la Gerencia de Oceanografía había puesto una alarma por el alto oleaje que se estaba produciendo y al menos hasta el medio día, un poco mas de 200 mm de lluvia se habían presentado en la zona costera del país.

Lluvia registrada el día 11 de octubre de 2011

Después de varios casos de varamientos de delfines y otros mamíferos marinos, tenemos un protocolo de acciones a tomar. Lo primero es contar con médicos veterinarios, hice las llamadas para solicitar el apoyo del Parque Zoológico de El Salvador, en virtud del convenio que han firmado la Secretaría de Cultura y el MARN. La respuesta de Tomas Chávez no se hizo esperar, sólo debía terminar mi reunión con la Red. Llegamos al Zoo a filo de las 2:30 pm al parque, a veces aún con emergencias no se puede tomar un vehículo tan rápido como uno quisiera.

Salimos en dos vehículos, a esta altura la oficina de Comunicaciones del MARN había informado a la prensa sobre el hecho y que nosotros estábamos en camino. A las 2:24 pm recibí la llamada de Alex Hasbún, Director Ejecutivo de FUNZEL, ellos habían llegado ya, me solicitó trasladar el Delfín hacia el Puerto de La Libertad, examinarlo y posteriormente tomar un bote y llevarlo a alta mar. Mi respuesta fue que no podíamos hacer eso, por la información del oleaje y lluvias que yo conocía, sabía que eso no era posible y altamente riesgoso para los rescatistas y como ya estábamos en camino con los veterinarios del Zoo, pues debíamos dejar que unos u otros intervinieran al delfín. Le pedí a Alex que esperaran hasta que llegáramos, que nosotros nos haríamos cargo.

Lo segundo que hacemos, es poner el ejemplar en instalaciones donde se pueda manipular, medicar y permitir que permanezca en el agua, pues por algo son especies marinas. Contactamos con Claudia Dueñas, de SalvaNATURA, quien hablo con el dueño del rancho La Hola Beto´s para poder llevar el delfín ahí. Claudia se encargo de contactar a Efraín, el cuidador del rancho. El sitio es perfecto, amplio, muy ordenado, frente al océano y con una piscina ideal para estos casos, pero estaba llena de agua dulce y debíamos llenarla con agua salada.

Mientras arreglamos eso por teléfono, conducía hacia La Zunganera, no podía correr, digo pasar de 60 km por hora, llovía demasiado, poca visibilidad y obviamente, mucha agua en la calle, resultado. Llegamos a las 4 pm a la playa. Mucha gente estaba ya congregada, los veterinarios de Zoo atendieron inmediatamente y en menos de 10 minutos estábamos subiendo al delfín, para llevarlo a la costa del sol, unos 15 km en línea recta, pero 30 km por dar la vuelta y pasar el río Jiboa. La prensa y la gente querían respuestas nuestras, el examen físico revelo hipotermia y fuertes golpes en el vientre, incluyendo una cortadura en una de las aletas. La gente en La Zunganera lo mantenía en una pequeña piscina, trayendo agua salada en un esfuerzo por salvarlo, algo que te deja en shock emocional, al ver a tanta gente que quiere hacer cualquier cosa para aliviar el dolor del ejemplar.


Personas de la comunidad costera de La Zunganera, ayudan en el auxilio al Delfín Listado
Foto: Néstor Herrera

El radio patrulla de la Policía Nacional Civil División del Medio Ambiente se nos adelanto para abrirnos paso, Celina y Leonardo se fueron en la cama del pick up para ir dando asistencia al ejemplar, uno de los canales de televisión se vino con nosotros. Al llegar a la costa del sol, el boulevar estaba anegado, las calles parecían ríos, por el retrovisor solo podía presenciar como mis compañeros se mojaban mientras sostenían al ejemplar, mientras yo estaba calientito al interior, sintiendo una mezcla de culpabilidad y frustración.

Boulevar Costa del Sol la tarde del 11 de octubre
Foto: Néstor Herrera

Cuando llegamos la piscina aún no estaba vacía, Celina organizo que comenzaran a llenarla manualmente, mientras que los demás bajamos al delfín y lo pusimos en una glorieta que funciona como bar en el restaurante. Sobre el piso del bar, los niños de otra comunidad costera, esta vez El Valle de Costa del Sol vinieron curiosos a observar al bello ejemplar, muchos incluso lo tocaron mientras nosotros nos descuidamos atendiendo otros temas.

Leonardo del Parque Zoológico y los agentes de la PNC nos organizamos para bajar al delfin en el restaurante La Hola Beto´s
Foto: Néstor Herrera

Al filo de las ocho de la noche la marea había bajado, haciendo que el llenado a mano de la piscina fuera muy complicado, los jóvenes del Valle estaban cansados y la mayoría solo eran espectadores de nuestros esfuerzos por atender al delfín una vez lo pusimos en la piscina. En la tarde la alerta amarilla se había anunciado para la zona sur de Ahuachapán, a esta hora, ya la alerta era para toda la zona costera, aunque hace más de dos horas que ya no llovía. La respiración del delfín era jadeante, la hipotermia no había mejorado, el frio de la noche podría ser fatal. Debíamos retirarnos, dejamos los teléfonos con Efraín para que nos llamara si pasaba algo y con la proyección de estar a primera hora del siguiente día. Efraín llamo temprano, había amanecido muerto. Celina Dueñas fue por el y lo llevo al Zoo para practicarle la necropsia. Los resultados indicaron un fuerte golpe en la caja torácica de tal magnitud que le destrozo el pulmón, le necrosio el tejido y provocó una fuerte hemorragia interna. Personal de Museo de Historia Natural aprovecharía la piel para fines didácticos y los huesos para enriquecer la colección de mamíferos de El Salvador. Nosotros tomamos muestras de tejido para estudios genéticos.

Delfín listado (Stenella coeruleoalba, Striped Dolphin)
Foto: Néstor Herrera

Los varamientos de delfines, ballenas y tortugas marinas generalmente terminan mal, ejemplares solitarios salen por enfermedades o como este que fue golpeado. En mayo de 2010, otro ejemplar de esta especie varó en el Puerto de La Libertad, muy golpeado y con restos de redes de pesca encima. FUNZEL lo atendió en esa oportunidad, pero igualmente murió.

Delfín listado (Stenella coeruleoalba, Striped Dolphin)
Playa San Diego, 31 de mayo 2010
Foto: Patricia Martínez

Posteriormente en las redes sociales nos reprocharon que llegamos tarde y que por la atención tardía el ejemplar murió. También que si hubiéramos dejado que FUNZEL actuara, el ejemplar habría vivido. Otros comentarios alucian el hecho que debimos ponerlo en altamar inmediatamente. Obviamente todos estos son expresiones de preocupación, pero son comentarios a la ligera. Los resultados del examen evidenciaron que poco o nada podría hacerse por el ejemplar, dadas las condiciones en que se encontraba.

Expertos en el tema recomiendan en casos de varamientos lo siguiente:

·    Desenvaramiento: volver a poner al animal vivo en el agua. Esta opción no es obligatoriamente la mejor si no se realizó un examen clínico del animal. El desenvaramiento es sobre todo interesante en el caso de varamientos en masa de individuos sanos.

·    Hospitalización: en un centro autorizado, sobre la costa a condición de tener el material y de ser en un lugar relativamente tranquilo.

·    Eutanasia: solo cuando el pronóstico de vida no dé ninguna esperanza de rehabilitación. Su decisión solo pertenece a los veterinarios que poseen una experiencia clínica sobre estos animales, y tras un examen con todos los datos médicos disponibles


A manera de conclusión: necesitamos contar con un Centro de Rescate y atención de varamientos, con equipo y personal entrenado al respecto, así como validar el protocolo de varamientos que ha escrito el MARN. El Grupo de Trabajo de Mastozoología de El Salvador está preparando un Programa de Conservación de Cetáceos, estas serán herramientas para atender estos casos y mejorar nuestra capacidad de respuesta. Pero también necesitamos influir más en la población, igualmente valiosa es la vida de una zarigueya o tacuazín, o de vampiros o de mapaches, pero parece que nadie quiere salir en televisión salvando a estas especies....y que en las redes sociales no hay cabida para opinar sobre esas especies no tan agraciadas…